Multipoleas
El problema con algunos ejercicios de peso libre es que pueden llevarle a tener posibles desequilibrios musculares, porque muchas veces está ejercitando más el lado derecho que el izquierdo o viceversa. Por ello, otra alternativa que le permite realizar sus ejercicios de pecho y piernas con seguridad son las multipoleas.
“Este sistema se va ajustando según la posición que necesite para realizar el ejercicio, y obtiene resistencias en las angulaciones que quiera, ya sea en vertical o en horizontal. Puede realizar ejercicios sentado, tumbado o de pie. Las multipoleas le dan una mayor estabilidad y un mayor sentido del equilibrio, y puede ir alterando la altura: más alta para centrarse en ejercicios de fortalecimiento de pecho, de hombros o de espalda, o más baja para practicar ejercicios de piernas”, detalla Darío Cruz.
Elíptica
Esa máquina tan solicitada en el gimnasio está compuesta por dos pedales y dos barras verticales para sujetar sus manos, que le ayudan a moverse. Las primeras impresiones son raras, pensará que ni está corriendo, ni caminando, ni esquiando, pero resulta una mezcla de todos esos deportes. “En ella se trabaja el tren superior e inferior (brazos y pectorales, piernas y glúteos), lo que la convierte en un ejercicio global que activa varios grupos musculares a la vez, sin olvidar que también se beneficia la pared abdominal, por lo que se necesita menos tiempo para conseguir los mismos resultados musculares que se lograrían con otra máquina”, explica Darío Cruz. Se estima que después de media hora sudando en la elíptica se pueden perder entre 300 y 400 calorías (dos cruasanes), pero las variables para calcular esa cifra dependen de muchos factores que la máquina no puede valorar.
Cinta de correr
Es la máquina de cardio por excelencia, la que más se vende y la que todos asociamos con el gimnasio. “Combinada con ejercicios de fuerza, es perfecta para principiantes -la máquina le guía sin necesidad de un entrenador- y para los que quieren quemar mucha grasa, pero deben evitarla las personas con sobrepeso pronunciado, ya que recae demasiado esfuerzo sobre sus articulaciones. En este caso, se recomiendan otras alternativas cardiovasculares, como la bicicleta estática con respaldo, el remo o la elíptica”, explica el entrenador Darío Cruz.
Hay una leyenda que, sin embargo, amenaza la buena reputación del aparato, y lamentamos decir que tiene fundamento: el impacto de nuestro cuerpo sobre la cinta (llega a triplicar el peso del sujeto) puede dañar rodillas. Por ello, antes de practicar en la máquina, “conviene tener una buena técnica de carrera y cierta forma física para aguantar, saber apoyar bien el pie y evitar lesiones.
Antes de iniciarse en ella, fortalezca las rodillas y tobillos con otras opciones o ejercicios con pesas, en función de su musculatura”, matiza Juan Ruiz López, entrenador personal que dirige su propio centro. A partir de entonces, será pan comido.
Bicicleta estática
Es muy sencilla, ya que simplemente imita el movimiento de una bicicleta convencional. Es ideal para novatos porque “tiene muy poco impacto en las articulaciones, fortalece sus tobillos, no hay riesgos de caídas y no implica ninguna dificultad, ya que los movimientos están guiados por la máquina. También puede servir para calentar antes de pasar a otros ejercicios de más intensidad”, explica Juan Ruiz López. Un estudio de la Universidad de Harvard asegura que una persona de 70 kilos quema 206 calorías en media hora de bicicleta estática. Científicos de la Universidad de Loughborough demostraron que si realiza un ‘sprint’ de 30 segundos en esta máquina al máximo de sus capacidades, aumentará considerablemente la producción natural de la hormona del crecimiento HGH, que tiene la capacidad de quemar grasa. Otros beneficios que se encontraron fueron una mejor presión arterial y la sensibilidad a la insulina mejorada.
Remo hidráulico
A medio camino entre las máquinas de cardio y fuerza, el remo es sencillo pero muy efectivo a la hora de quemar calorías. “Es una máquina en la que se está sentado y que también guía el movimiento, por lo que el equilibrio está asegurado, pero al hacer fuerza con brazos y piernas a la vez también se está involucrando más masa muscular y quemando más calorías”, explica Juan Ruiz López. De todas maneras, aunque es fácil de usar, hay que asegurarse de que la posición es la correcta para sacarle al aparato el máximo de beneficio. Un estudio publicado en ‘Journal of Human Kinetics’ sugiere que hay que imitar el gesto de los regatistas profesionales, porque quemará más calorías -en concreto, un 15% más- y evitará lesiones.
El cuerpo tiene que formar un ángulo de 145 grados cuando se incline hacia atrás, en el punto justo en el que se termina el movimiento de la máquina, a medio camino entre la posición horizontal y la vertical.