Monterrey, N. L.
Un hombre y una mujer fueron hallados ayer ejecutados a balazos y con un narcomensaje en una colonia de Juárez, en una racha violenta en Nuevo León.
Asimismo, en Rayones, un extesorero municipal fue torturado y asesinado, mientras que en la colonia Tierra y Libertad, de Monterrey, una mujer murió acribillada por su expareja, quien le propinó un balazo en el cráneo.
Voceros policiacos informaron que la doble ejecución en el municipio de Juárez se las reportaron a las 14:45 horas, en un terreno baldío de la colonia Urbivilla.
Aseguraron que al llegar elementos ministeriales al predio situado en las inmediaciones de las calles de Pliego y Caliza, confirmaron la presencia de los dos cuerpos sin vida.
Señalaron que junto a las víctimas localizaron un mensaje de advertencia de un grupo criminal a sus rivales, con los que mantienen una pugna por el control de la entidad.
Puntualizaron que horas antes les notificaron pintas, con ‘recados’ similares, en bardas del poblado citrícola de Montemorelos.
También recordaron ese tipo de narco mensajes en víctimas halladas en Cadereyta y Guadalupe, en fechas recientes.
ASESINAN A EXTESORERO
El extesorero municipal de Rayones, Juan Manuel Pérez, fue encontrado asesinado, mediante brutales torturas, a un lado del panteón de ese poblado rural del sur de Nuevo León.
Fuentes policiacas dijeron ayer que el cadáver de Pérez, de aproximadamente 35 años, lo encontraron a las 8:00 horas del domingo en el cauce de un arroyo aledaño al Panteón Municipal de Rayones.
La víctima tenía el rostro cubierto con una capucha y huellas de golpes contundentes.
A un lado del cuerpo estaba destrozado un teléfono celular, así como una bolsa con pertenencias, al parecer propiedad del ahora occiso.
También, señalaron los voceros policiacos, fueron detectadas allí piedras manchadas con sangre, las cuales habrían sido utilizadas en el homicidio.
El exfuncionario fue reportado desaparecido en Rayones, la noche del sábado pasado, y era buscado por elementos ministeriales.
La mañana del domingo, habitantes del poblado localizaron muerto al exservidor público y dieron aviso a los uniformados municipales.
Autoridades ministeriales investigaban ayer rivalidades entre políticos en el poblado, ligadas con actividades delictivas.
Las fuentes comentaron que el extesorero, quien tenía el apodo de “Junior”, trabajó en el trienio 2006-2009, en la administración del exalcalde rayonense, Artemio de la Fuente.
En cuanto a versiones extraoficiales de que la víctima grabó con su teléfono celular una golpiza que propinaron uniformados municipales de Rayones, a un campesino, señalaron que forma parte de la indagatoria.
ACRIBILLA A EXPAREJA Y SE DA BALAZO EN EL CRÁNEO
Un hombre mató a balazos a su expareja, frente a su domicilio de la colonia Tierra y Libertad, y enseguida, el atacante se causó un disparo en la cabeza, que lo dejó herido de gravedad.
El suceso violento se registró al mediodía en las calles de Liga Femenil y Rubén Jaramillo, en dicho sector del norte de Monterrey, según informes de autoridades estatales.
La víctima respondía al nombre de Lucía Bravo López, de 24 años, quien falleció al sufrir impactos de bala en el cráneo y tórax.
Bravo López fue asesinada por su expareja sentimental, Javier Gerardo Ochoa Moreno, de 27 años, quien al verla sin vida se dio un balazo en el cráneo, con un arma de fuego, tipo escuadra.
En el mismo ataque resultó herido, de un rozón de bala en el pómulo derecho, un hijo menor de edad de la fallecida, retirado de la zona por familiares.
Los disparos alertaron a vecinos y familiares de la mujer, quienes solicitaron ayuda a la Policía Estatal.
Minutos más tarde acudieron uniformados de Fuerza Civil y paramédicos de la Cruz Verde Municipal.
De esta manera se confirmó el fallecimiento de la mujer y fueron proporcionados los primeros auxilios al agresor, trasladado inconsciente al Hospital Universitario.
Testigos de los hechos relataron que la joven acudió a la colonia Tierra y Libertad, acompañado de su hijo Tadeo, de 3 años, para visitar al padre de ella.
En el trayecto se encontró a su expareja, Javier Gerardo Ochoa, con el que había mantenido una relación en el lapso en el que estuvo separada de su esposo.
Los testigos afirmaron que el agresor inició una discusión para finalmente tirotear a la mujer y al hijo de esta.
Luego, explicaron, Javier Gerardo se dio un tiro en la sien derecha y cayó en estado agónico, empuñando una pistola escuadra.