Washington.
El asesinato del periodista Javier Valdez llegó a la capital estadounidense. Ayer, el secretario de Estado de ese país, Rex Tillerson, se refirió al tema durante la rueda de prensa conjunta que ofreció junto con los secretarios de Seguridad Nacional, John Kelly; de Relaciones Exteriores mexicano, Luis Videgaray, y de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
“Sobre la trágica muerte del importante periodista en México, ofrecemos nuestras más sinceras condolencias a sus seres queridos”, dijo Tillerson a pregunta expresa sobre si plantearía la cuestión del asesinato del periodista con el gobierno mexicano para resolver de manera efectiva esos crímenes.
Agregó que el crimen es “otra pérdida trágica” para el gremio en México, “resultado de la violencia relacionada con el tráfico de drogas”.
El funcionario no dijo si trataría el tema con las autoridades mexicanas, pero agregó que durante la sesión de trabajo que sostuvieron por la mañana, las delegaciones de ambos países “tuvimos una muy buena discusión sobre cómo mejoramos el intercambio de información entre las agencias policiales de ambos lados de la frontera, porque estos carteles y organizaciones operan también a través de la frontera.
“Creo que en términos de cómo abordamos eso [el combate al narcotráfico] y cómo compartimos la información, nos permitirá identificar mejor quién es responsable, hacer que esas personas sean arrestadas y llevadas ante la justicia”, dijo.
Con el problema del narcotráfico de fondo, Estados Unidos y México simbolizaron ayer un nuevo avance en la mejora de las relaciones entre ambos países. El marco del diálogo estratégico en la disrupción de organizaciones criminales transnacionales sirvió para que los funcionarios de ambos países tuvieran una charla para iniciar una nueva colaboración contra las drogas, dando un nuevo carácter a las relaciones binacionales.
Tillerson dijo que la relación México-Estados Unidos no se marca sólo por la renegociación del TLCAN o el muro: “Tenemos muchas áreas de interés mutuo y creo que el foco en las organizaciones transcriminales, el foco en los efectos devastadores del tráfico de drogas y otro tráfico ilícito a través del crimen organizado está afectando a ambos países en formas muy trágicas”, sentenció.
Reconoció que su país tiene que aceptar que gran parte de la responsabilidad en el problema del narcotráfico que vive no solamente México, sino Centroamérica, es suya.
“Si no fuera por nosotros, México no tendría este problema del crimen organizado y la violencia que están sufriendo. Tenemos que reconocerlo”, admitió el funcionario.
Los participantes del encuentro se comprometieron a centrarse en la “destrucción” de estas organizaciones criminales que “llevan drogas a EU y violencia a México”.
“Hemos discutido este problema compartido desde la perspectiva de un equipo, una aproximación comprensiva, entendiendo todos los componentes”, explicó Luis Videgaray, en la que, dijo, fue una reunión no para llegar a nuevos acuerdos, sino para “compartir diagnósticos” antes de crear una nueva estrategia compartida.
Videgaray dijo que ha llegado el momento de crear “confianza” para trabajar conjuntamente en todos los aspectos de la lacra del narcotráfico, desde la producción en México hasta el consumo y demanda en Estados Unidos.
Tillerson aseguró que se identificaron “nuevas estrategias” para atacar a los modelos de negocio multimillonarios de las bandas criminales que operan a ambos lados de la frontera. Para los estadounidenses el diálogo fue “muy bueno”, especialmente en el trabajo para compartir información entre fuerzas de la ley, especialmente en la frontera, ya que los cárteles operan principalmente en esa zona.
“Trabajaremos con México para reenfocar la asistencia para afectar mejor su modelo de negocio”, dijo.
El secretario Kelly añadió: “El tema más importante que podemos hacer es reducir nuestra demanda de droga. Pero mientras, tenemos que pelear al menos una batalla neutral en la frontera”. El funcionario estadounidense aseguró que “las barreras físicas funcionan”, en referencia al muro que desean construir en la frontera.