Que mejor manera que empezar las vacaciones veraniegas con una victoria y una ventaja de 19 puntos sobre su más cercano perseguidor.
Lewis Hamilton se llevó ayer el Gran Premio de Alemania al aprovechar una mala salida de su coequipero Nico Rosberg, quien tenía la pole position pero se despistó y cayó al cuarto puesto desde donde le fue difícil remontar, además de recibir una penalización de cinco segundos, que al momento de pagarla en pits la extendieron más de ese tiempo.
El alemán Rosberg está ahora a 19 puntos de desventaja con respecto al británico, quien ha ganado seis de las últimas siete carreras y tiene 49 triunfos en su palmarés.
El podio se complementó con los dos pilotos de Red Bull, el australiano Daniel Ricciardo y el holandés Max Verstappen, segundo y tercero, respectivamente, que desbancaron a Ferrari del segundo puesto del Mundial de constructores, que lidera asimismo con claridad Mercedes.
Con este triunfo, el espectacular campeón británico de 31 años se sitúa a sólo dos triunfos de la segunda marca histórica en la categoría reina del automovilismo que ostenta, con 51, el francés Alain Prost, cuatro veces campeón del mundo.
Lejos aún, no obstante, del estratosférico récord de 91 éxitos del heptacampeón alemán Michael Schumacher, cuyo hijo Mick fue espectador de lujo ayer en las gradas de Hockenheim.