CIUDAD DE MÉXICO
El Senado aprobó ayer la nueva reforma educativa, que elimina las pruebas asociadas a la permanencia de los maestros en el servicio docente y desaparece el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.
En cuanto tenga el aval de 17 congresos estatales, la nueva legislación entrará en vigor y, a partir de entonces, el Congreso y el Gobierno federal tendrán entre cuatro y seis meses para diseñar los organismos y las estrategias derivadas de la reforma.
Entre los pendientes están la creación del Centro Nacional para la Revalorización del Magisterio y la Mejora Continua de la Educación, así como la redacción de la Ley General del Sistema de Carrera de las Maestras y Maestros, que establecerá los procesos de ingreso, promoción y reconocimiento de profesores.
La reforma educativa fue avalada por todos los partidos políticos, a excepción del PAN.