MONTERREY, NL.
Presuntos integrantes de la delincuencia organizada abandonaron hieleras con restos humanos en las inmediaciones de los penales de Topo Chico y Apodaca, así como en las cercanías de la Agencia Estatal de Investigaciones, acompañadas con mensajes en contra de las autoridades.
El hallazgo ocurrió poco antes de las ocho de la mañana de ayer, primero a unos 500 metros del penal de Apodaca, donde según informes policiacos fueron abandonadas dos hieleras que presuntamente contenían restos humanos.
Posteriormente, las autoridades recibieron el reporte de una bolsa de plástico donde fue hallado un torso humano, que desconocidos dejaron en el cruce de las calles Xilofactos y río San Juan de la colonia Central, a unas cuadras del penal del Topo Chico, al poniente de Monterrey.
Un tercer hallazgo movilizó a los agentes estatales en las inmediaciones del edificio de la Agencia Estatal de Investigaciones, donde supuestos integrantes del crimen organizado abandonaron en calles de la colonia Urdiales, una hielera también con restos humanos.
Peritos de la Fiscalía General de Justicia confirmaron que se trataba de una persona de sexo masculino la desmembrada.
El director de la Agencia Estatal de Investigaciones, Esteban Cantú Montes, expuso los mensajes hacían alusión a un grupo de la delincuencia organizada para la cual presuntamente trabajaba la víctima dentro de los penales, lo cual indica que se trata de una pugna entre dos organizaciones delictivas.
Cantú Montes comentó en los mensajes colocados junto a los restos, también se expusieron amenazas contra los elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones y de la policía estatal Fuerza Civil, para tratar de obligarlos a trabajar para un grupo del crimen organizado.
Además, el funcionario señaló que no es la primera vez que tratan de amedrentar a la corporación que encabeza y atribuyó estas amenazas a las acciones que han emprendido contra la delincuencia mediante diversos operativos que han llevado a la detención de integrantes de organizaciones delictivas.
El pasado 28 de noviembre fueron abandonados frente a los penales del Topo Chico, Apodaca y Cadereyta, los restos de Luis Reyes Enríquez “El Z-12” o “El Rex”, que días antes había sido asesinado en un penal de Tamaulipas, y cuando sus familiares velaban el cuerpo, fue robado por hombres armados.