Unas cinco mil personas residentes de Matamoros y Reynosa pueden sufrir inundaciones por estar sus viviendas asentadas en zonas consideradas como de riesgo en caso de una creciente de aguas del Río Bravo en caso de llegar a impactar e esta región un huracán como ocurrió con el Alex en 2010.
El tema fue abordado por David Negrete, representante de la CILA en la zona norte de Tamaulipas quien afirmó haber hecho reiterados llamados a familias que están asentadas en sectores “vamos a llamarles así, de riesgo”.
Mientras que en Matamoros tenemos la colonia San Rafael que está en la misma situación, en Reynosa hay algunas que están muy cercanas al Río Bravo y a pesar de que saben que vivir ahí es un peligro, no buscan otro lugar más seguro para seguir viviendo y por tanto pasan por alto las recomendaciones.
Aquí hay algunos asentamientos humanos como la 10 de Mayo, Ladrillera, ejido Calabazas, pero también algunos albergues de personas y hasta los patios de la Aduana a nivel de sus barandales, entre otros lugares más que están en las mismas condiciones.
REITERA EL LLAMADO
Los seguimos exhortando a que no construyan en zonas de riesgo y a las organizaciones no gubernamentales altruistas que brindan ayuda a familias de condición humilde y que les construyen casas, lo hagan no en lugares cercanos al cauce del Río sino en sitios seguros pero lamentablemente nos hemos dado cuenta que las edifican en derechos de vía del Bravo y con ello en lugar de ayudarlas las perjudican.
“Si no sabe la gente, es bueno comentarlo, que el CILA cuenta con un sistema de control de avenidas, es decir, si viene un huracán, las preseas tienen una capacidad adicional para detener las aguas que genere para que no lleguen a inundar las ciudades como Reynosa y Matamoros y como medida auxiliar se tienen dos cauces por los cuales pueden canalizarse para evitar que causen daños.
Quienes viven en zonas de inundación, seguramente fue porque algún líder les vendió terrenos a bajo precio sin saber en donde irían a construir.