Por los problemas de inseguridad, sobrepoblación, fugas, mala administración de servicios y violencia los Centros de Ejecución de Sanciones reciben criticas, y destacan extorsiones y los constantes motines.
Pero lo que pocas veces se toca es el tema de las mujeres en prisión y los hijos con quienes cohabitan en el internamiento, pareciera que las mujeres y los niños son invisibles dentro del sistema penitenciario.
Lo anterior es tratado en base a una minuciosa investigación por Karla Villarreal Sotelo en el estudio “Mujer, Prisión y Violencia” que editó la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
En el texto Villarreal Sotelo destaca la necesidad de configurar la gestión y atención de las problemáticas mencionadas basadas en la perspectivas de genero, visión tan necesaria en nuestros días en el intento de procurar la sensación de equidad en la sociedad.
Explicó que las mujeres internas, presas o reas, dentro de un centro de reclusión representan porcentajes mínimos de población, por lo que a lo largo de la historia en el sistema penitenciario permanecen en el olvido.
“Aún en su minoría no dejan de ser parte de la numeraria penitenciaria y por lo tanto deben atenderse sus necesidades de reinserción social”.
Destacó que muchas mujeres viven junto con sus hijos menores de tres años, por lo que requieren programas y políticas penitenciarias ajustadas a las necesidades de la reforma constitucional penal del 2008.