Durante esta Semana Santa, el Parque Cultural se ha vuelto el principal punto de reunión para familias locales y turistas que visitan la ciudad, el atractivo de mayor afluencia son las tortugas que permanecen a un costado del muelle.
Hasta este punto llegan con lombrices, insectos, carne cruda y hojas de lechuga para alimentarlas.
El ejercicio es simple, basta con arrojarles un poco para que al instante decenas de ellas aparezcan.
“Yo la verdad desconocía que había estos animales aquí, pero cuando un compañero del trabajo de me dijo, decidí traer a mi familia y así pasamos la tarde”. Mencionó José García, habitante de Reynosa.
Las tortugas son de diferentes tamaños, chicas, medianas y grandes, algunas alcanzan hasta los 50 centímetros de largo en su caparazón y exceden estas medidas al sacar su cuello.
Detrás del muelle hay mobiliario, entre mesas, sillas y botes de basura para que las familias coman, también hay vendedores de antojitos, bebidas, etc.
“A mi hijo le gustan mucho estos animales, en la casa tenemos una pero es terrestre, estas que son acuáticas son diferentes y vale la pena darse una vuelta”. Comentó Marina Godínez.
El espectáculo de las tortugas es gratuito y abierto al público, a un costado de donde se ubican aparecen gansos de diversos colores, quienes buscan entre la sombra de los árboles un resguardo a los rayos del sol.
En el interior del Parque Cultural se colocó una exposición de murales y fotografías de la región que permanece abierta en horario de oficina.