Monina se quedó esperando a que su dueño regresara por ella, solamente iba a observación, pero la persona que una vez la amó, aprovechó para dejarla abandonada y nunca más volvió.
Hace un año una persona llegó con una gata, bonita, de color gris, la dejó en observación: su único delito fue morder a una visita en una fiesta, por lo que la dejaron en el Centro Antirrábico que se encuentra en la colonia Rodríguez, para verificar si era agresiva, pero ya no quisieron saber los resultados, no regresaron.
El procedimiento es que se deja durante 10 días y si no pasa nada se regresa el gato a su dueño, pero ella se quedó sola en la jaula -en las instalaciones- durante dos meses, por lo que fue soltada por los trabajadores.
DESDE HACE UN AÑO ES LA JEFA
La gata deambulaba por las instalaciones y al final se quedó a vivir en el Centro Antirrábico, ahora ya tiene un año en el lugar, es la dueña y “jefa”, es respetada por todos los trabajadores, todos la quieren y le brindan su cariño.
Monina se pasea como jefa por todo el Centro Antirrábico, camina lentamente y se sienta en la silla como la “mera mera”.
“Monina come aquí, tiene su arenero, a veces se queda afuera, tiene su comida, ella es la reina, aquí como se acomode y ni la regañes o te da de baja ella misma”, dijo un trabajador muy sonriente al hablar de Monina que ahora es de todos en la oficina.
La gata no estaba esterilizada y fue operada en el antirrábico, ahora recibe amor y cuidados de todos los trabajadores, pero no todas las mascotas abandonadas logran una historia de amor.