Un matrimonio de la tercera edad que viajaba a bordo de un automóvil normal, sin vidrios obscuros, con placas y engomado, fueron objeto de una cuestionable intervención policíaca al transitar por donde se encontraba un filtro de revisión, en el libramiento Echeverría.
“Es una revisión de rutina. Buscamos la tranquilidad y la seguridad de ustedes”, dijo uno de los policías empuñando una potente R-15.
Dio a entender que buscaban a gente sospechosa, lo que provocó la indignación de las personas que viajaban en el vehículo: un hombre de 65 años y una indefensa ama de casa, al sentir que aparecían como personas sospechosas ante la vista de dos policías fuertemente armados.
Los hicieron que bajaran de la unidad, de muy mal modo revisaron la cajuela y el bolso de mano de la dama, los amenazaron con detenerlos, porque decían estar facultados para ellos, solo porque les cuestionaron su actitud grosera y amenazante. Al final el matrimonio se retiró por temor a que la violencia estallara.