Ankara
Las operaciones conducidas contra combatientes kurdos en el sureste de Turquía continuarán hasta “restablecer la seguridad”, advirtió hoy el Ejército turco al informar que fueron eliminados 110 terroristas en los últimos cuatro días.
Los resultados de la ofensiva contra militantes del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) fueron considerados como positivos para la seguridad del país por el Estado Mayor turco.
La prioridad de las operaciones en las provincias de Sirnak, Diyarbakir y Mardin “es garantizar la seguridad de nuestras fuerzas y nuestros civiles”, precisa un comunicado emitido por el liderazgo militar, reproducido por la agencia oficial de noticias Anadolu.
Por ello, las Fuerzas Armadas de Turquía, la gendarmería y la policía continuarán de manera conjunta las operaciones en las provincias del sur “de una manera firme hasta que se restablezca la seguridad pública y los civiles puedan retomar la normalidad”, puntualizó.
La ofensiva antiterrorista se puso en marcha el pasado martes y desde entonces han muerto un total de 110 combatientes del PKK, la mayoría de ellos en enfrentamientos registrados en Cizre, localidad que está en toque de queda desde el pasado lunes.
Según Anadolu, 78 militantes kurdos murieron en la ciudad de Cizre, otros seis fueron abatidos en Silopi, ambas en Sirnak; 16 más perdieron la vida en Diyarbakir, en la provincia homónima; mientras que 10 combatientes perecieron en Dargeçit, en Mardin.
En las operaciones en Sirnak y Diyarbakir murieron dos soldados turcos y otros 23 resultaron heridos, en tanto que cinco civiles fallecieron por disparos atrapados en medio de los enfrentamientos, agregó.
El periódico local Today’s Zaman indicó que en las operaciones participan 10 mil policías y soldados, con el apoyo de tanques que desde lo lejos bombardean objetivos del PKK en las ciudades y han dañado alrededor de 300 casas.
El PKK es considerado una organización terrorista tanto por Turquía, como por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) y, aunque fue prohibido por Ankara, a finales de julio pasado reanudó su campaña armada tras un alto al fuego de dos años.
Desde entonces, más de 200 miembros de las fuerzas de seguridad turcas y más de mil 700 militantes kurdos han muerto en operaciones a través del país, incluidos ataques aéreos.
El movimiento kurdo nació como partido político turco en 1978, pero debido a su tendencia separatista, comenzó a buscar la independencia del Kurdistán, territorio que comprende partes de Irak, Siria, Irán y Turquía, para establecer un Estado socialista.
Su lucha armada comenzó oficialmente en agosto de 1984 y según el gobierno turco aproximadamente 30 mil personas han muerto desde entonces.