Personas con necesidad de una vivienda de interés social, sobre todo en fraccionamientos al poniente de la ciudad, se llevan un fiasco al adquirir casas-habitación en esos asentamiento, en donde las calles dejan mucho que desear, lo que a la postre, trae consecuencias para los vecinos.
Uno de estos ejemplos es la calle Netzahualcóyotl, en donde, desde el momento de entrega de las viviendas, sus bocacalles, se llenaron de agua con las primeras lluvias y año con año, sus habitantes, son presas de los mosquitos Aedes aegypti, los cuales son transmisores de enfermedades como el dengue, chikungunya y zika.
Dicha arteria, desde antes de que fueran entregadas las casas, mostraba una cuneta en sus bocacalles, en donde se acumula el agua y se genera un foco de potencial riesgo de los padecimientos ya mencionados.
Vecinos consultados, indicaron que ante la nula respuesta de la fraccionadora, solo les queda acudir al ayuntamiento para gestionar un paliativo, pues las calles que construyó la fraccionadora, nunca estuvieron en condiciones de dar conducción a las aguas pluviales.
En recorrido por ese sector, se puede apreciar, que en cada calle, incluso en tramos aún no abiertos, el pavimento se empieza a desprender y las calles muestran en cada intersección, “nosotros empezamos a acarrear esa piedra, anduvimos en camionetas, para rellenas (de) pura piedra grande, pero jamás le dimos abasto, y ya nos cansamos de tratar de arreglarla nosotros”, refirió el vecino consultado.