Muros fronterizos, un espinoso asunto

Valiosa promesa de parte de candidatos políticos, ansiosos de recaudar votos a su favor

Dallas, Texas 

La construcción de muros en la frontera entre Estados Unidos y México se ha mantenido a lo largo de los últimos 25 años como un asunto espinoso que provoca fricción entre los dos países y amenaza con continuar haciéndolo.

Esto mientras algunos vean en la edificación de estas estructuras una solución a la inmigración ilegal.

La edificación de muros en la frontera se mantiene como una valiosa promesa de parte de candidatos políticos, ansiosos de recaudar votos, sin que exista hasta ahora ninguna evidencia de que las barreras disminuyan de manera significativa el número de inmigrantes indocumentados que ingresan al país.

En cambio los muros han sido directamente relacionados por investigaciones académicas con un incremento en la muerte de inmigrantes que tratan de ingresar en forma indocumentada a Estados Unidos y se les ha responsabilizado también de constituir un peligro para las poblaciones de vida silvestre.

El gobierno de México se ha opuesto sistemáticamente a la construcción de muros en su frontera, al considerarlo como una medida unilateral de Estados Unidos, que constituye una acción de fuerza “inútil”, en la resolución del problema migratorio.



Aún así, desde 1990 Estados Unidos ha construido en diferentes etapas unos mil 50 kilómetros de muros y cercas, que actualmente cubren el 33.3 por ciento del total de los tres mil 145 kilómetros de frontera entre los dos países.

La gran mayoría de estas estructuras han sido edificadas a lo largo de las fronteras de California, Arizona y Nuevo México. En Texas, donde el Río Bravo sirve de frontera natural, sólo se han construido unos 160 kilómetros de muros y vallas, en múltiples trozos cortos ubicados en áreas urbanas.

SERIE DE VALLAS

La primera valla tiene unos tres metros de altura y está hecha de placas metálicas gruesas. La segunda valla, detrás de la primera, alcanza los 4.5 metros y en la parte superior está inclinada hacia el interior, con alambre de púas. En algunas áreas hay una cerca de malla más pequeña detrás de la segunda.

En medio de las vallas es un área vigilada por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos con luces brillantes, cámaras y patrullas blindadas. Estas barreras prácticamente cancelaron la posibilidad de cruce inmigrantes por la zona, desviándolo completamente a otras áreas.

El auge en la construcción de barreras fronterizas se dio, sin embargo, hasta mediados de la década del 2000, bajo la administración del presidente George W. Bush, como una medida para tratar de reducir el número de indocumentados que cruzaban la frontera y que entonces sobrepasaba el millón cada año.