El nacimiento de un bebé prematuro siempre es preocupante tanto para la madre como los médicos, pero cuando el parto se desarrolla sin complicaciones y el pequeño nace con vida y sano, se respira un gran relajo. De esto sabe bien Lynette Renner, quien tuvo a su hija Riley 5 semanas antes de tiempo.
A pesar de que el estado de salud de Riley era envidiable, los médicos notaron una pequeña marca en su nariz. Su madre no le hizo caso a un simple distintivo, pero más pronto que tarde comenzó a hacerse más grande y roja. A las pocas semanas, asegurar que la nariz de Riley era normal fue imposible. Los médicos la examinaron y los resultados dieron un veredicto: hemangioma, una enfermedad que provoca una acumulación anormal de vasos sanguíneos en la piel, de acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU.
En palabras mucho más simples y burdas, la nariz de Riley comenzaría a crecer y volverse más roja por cada minuto de su existencia. No tardó mucho para que su labio se viera afectado, siendo invadido por su gran nariz. Y pasó mucho menos para que la comparan con “Pinocho”.
El médico de Riley le sugirió vivir con su “nariz de Pinocho” durante unos años más, antes de intentar quitarla. Mientras tanto, su nariz continuaba creciendo y la madre de Riley se preocupaba por el impacto que esto podría tener en su desarrollo emocional. Por supuesto que los comentarios desagradables no faltaron.
Durante unas vacaciones, cuando su nariz era muy roja y redonda, un extraño se les acercó y les dijo “Si le regalaran cuernos de Rudolph, sería una decoración completa“.
Pero 2 años más tarde, el destino intervino y su vida cambió radicalmente. Las complicaciones para realizar una operación en una persona que padece de hemangioma son altos, pues la inflamación está compuesta de vasos sanguíneos, los cuales al ser intervenidos provocarán una gran pérdida de sangre.No obstante, la cirugía fue un éxito y, como anunciamos, la vida de Riley para siempre y de una manera muy positiva, como si nunca hubiera sido la “chica Pinocho”.