Personas que no tienen dónde vivir y que duermen en la primer banqueta que se encuentran, debieran ser llevadas a la Casa del Indigente, instalaciones que cuentan con capacidad para brindar atención a más de 40 personas entre mujeres y hombres.
Es común ver a varones pero también a mujeres en calles del centro de la ciudad tendidas en el piso en espera de que alguna persona de buen corazón se acerque a ellas para darles una moneda que les sirva para comprarse un taco o un refresco para seguir sobreviviendo.
Una de ellas fue observada ayer en la calle Ocampo con Zaragoza. Se trata de una señora que al decir de algunas personas que la miraban, estaría mejor en una casa como la del Indigente en donde tendría alimento diario así como un lugar donde pernoctar sin preocuparse por los efectos del sol, el frío o la lluvia.
Por su parte Adolfo Sevilla, presidente de la institución ubicada por libramiento Luis Echeverría Alvarez, ha dicho en reiteradas ocasiones que ese lugar está abierto para toda persona que no tenga un lugar donde vivir y carezca de parientes y actualmente tienen hospedados ahí a más de 10 entre hombres y mujeres.