Autoridades ministeriales tratarán de establecer contacto con autoridades consulares nicaragüenses para ponerles del conocimiento que un ciudadano de ese país centroamericano había fallecido en su intento por cruzar a los Estados Unidos, ilegalmente.
El cuerpo de José Antonio Ramos Ordóñez, de 41 años, fue identificado en base a una credencial de identificación expedida por el gobierno de Nicaragua.
Entre sus escasas pertenencias se encontró ese documento oficial, el cual las autoridades están tomando en cuenta para tratar de confirmar su identidad y a la vez dar aviso al consulado de Nicaragua en México.
Ramos Ordóñez se convirtió en la víctima número 20 del caudaloso y traicionero río Bravo en lo que va del año.
Se consideró como uno más de tantos centroamericanos que no alcanzan a concretar sus sueños y mueren en el intento.
Ramos además del documento en mención traía una pasta y cepillo dental, un dólar, cien pesos mexicanos, algunas monedas. Se encontraba totalmente vestido cuando murió de asfixia por inmersión en el agua.
No presentaba huellas de violencia que hicieran pensar en un homicidio.
Su cuerpo fue descubierto por autoridades norteamericanas (Border Patrol) cuando flotaba a la altura de Reynosa Díaz.
Hasta allá se desplazaron elementos de una cuadrilla de rescate de Protección civil y lo orillaron a la Playita, donde esperaban agentes investigadores adscritos a la UGI-4.