Con una serie de argumentos el caballerango acusado de violación, impudicias y amenazas, trató de desvirtuar los argumentos que empleó la PGJE para acusarlo dentro del proceso que se le instruye en el juzgado segundo penal.
Jesús Villalva, a quien elementos de la Policía Ministeriales localizaron y detuvieron en el Estado de Durango, hacia donde había huido luego que supo que lo buscaban por su relación en caso de los tres menores abusados, se decidió a hablar ante el juez calificando a los menores como problemáticos y a los padres de ellos como discapacitados mentales.
Sin embargo, cuando intervino el fiscal adscrito reconoció algunas situaciones que justificaban en parte las acusaciones que en su contra pesan.
Él señaló que los niños que vivían la mayor parte del día solos, porque su progenitora trabajaba y el padrastro los descuidaba y con frecuencia lo visitaban en su área de trabajo, donde cuidaba y amaestraba caballos.
En su declaración dijo que “como piensan que yo iba a violar a dos niñas, si tuve una mujer muy hermosa, una niña muy bonita, con las que actualmente no vivo, pero tengo una novia también hermosa y por eso les digo que no tengo ninguna necesidad, además de que aquí en Reynosa existe una zona de tolerancia, donde pude haber ido a buscar mujeres, en caso de que tuviera mucha necesidad”.
Villalva, dijo que no se fue de Reynosa por temor a que lo detuvieran, sino por cuestiones de trabajo.
Fue interrogado por el fiscal adscrito que trata de aportar pruebas de cargo y por su defensor que a toda costa pretende desvirtuar los argumentos de la Procuraduría.