Los muertos que se habían depositado en las fosas comunes de mayor capacidad quedaron plenamente documentados conforme a los protocolos establecidos. Había una que contenía 29 muertos de los cuales se comprobó la forma en que murieron y el porque fueron depositados en la fosa común.

En otra se habían depositado unos 25 cuerpos que ya tenían tiempo en el SEMEFO y que representaban un riesgo contaminante para las instalaciones por lo que se decidió sepultarlos, previa extracción de muestras orgánicas para la preservación del perfil genético.

El delegado de la PGJE, Guadalupe Salinas Hernández, al informar lo anterior indicó que hasta el momento se ha cumplido con los requerimientos del personal de la SEIDO que recientemente acudió a la delegación con la finalidad de comprobar que los cuerpos sepultados en las fosas comunes, corresponden a personas que no han sido reclamadas y que están sin identificar, y que corresponden a averiguaciones registradas en los archivos de la Procuraduría.

Hubo algunas situaciones que se presentaron por la movilización de los expedientes, al concluir el ciclo del sistema de justicia tradicional, pero en su mayoría fueron localizados y se comprobó que se había cumplido con los protocolos establecidos.