Es difícil pensar en el transporte público y no sentir un temblor recorrer toda la espalda. Si de lugares incómodos y agotadores se trata, los buses y el metro definitivamente están entre los top 5. Aún peor es cuando hay que subirse a uno durante la hora peak del día, cuando uno no puede ni rascarse de tan poco espacio que hay.
Más de alguna vez incluso sucede que uno quiere afirmarse para evitar caerse y por más que busca, no encuentra ni un sólo poste libre de sucias manos. Ni hablemos del verano, cuando al parecer es socialmente aceptable poner axilas sudadas sobre el rostro de una persona, argumentando que hay que afirmarse para no caer al suelo.
Pero para eso esta joven tuvo una ingeniosa solución. No, no solucionará la falta de espacio en el bus pero sí hará del viaje un poco más ameno.
En un video, la joven sube a un bus lleno de gente donde todos los pasamanos están ocupados. Como no quiere caer al suelo o -peor aún- sobre otra persona, esta toma saca de su bolso como si nada un destapador de cañerías que se acopla perfectamente al techo del bus.