El aguacero que cayera en esta ciudad, además del cansancio de una madre y del descuido del padre, fueron los factores para que una bebé de un mes de nacida perdiera la vida, ahogada con su propio alimento.
Fueron minutos de gran tensión y angustia, ya que Marcos Gerardo Lozano Acosta, de 19 años, trató de revivir a su criatura, por lo que le dio masajes en el pecho y la bebé volvió en sí, pero vomitaba leche con sangre.
Joanna Abigail, de 18 años de edad, desesperada salió a pedir ayuda y se fue corriendo a la casa de su madre a las 9 y media de la noche, la cual vive a la vuelta de su vivienda.
La abuelita acompañó a su hija en su auto y se llevaron a la niña de inmediato al hospital general, con la esperanza de que le salvaran la vida.
La menor Bricia Ximena, de un mes de nacida, batallaba para respirar y se estaba poniendo morada, pero su padre le seguía dando masajes en el pecho y abdomen y le daba respiración.
El problema fue para salir del fraccionamiento Palmares del Mar, ya que deberían de utilizar la avenida Camino Real, pero esta se encontraba intransitable por tanta agua que cayó.
Aún así se aventuraron y se introdujeron por entre la avenida inundada, pero no transitaron mucho, ya que el agua se metió en la unidad y de pronto se apagó.
Insistieron una y otra vez para tratar de encenderlo, hasta que la pila se agotó. (Matamoros, Tam.)