Los camarones son una delicia y tienen una muy buena reputación dentro de las gastronomía. En sopas, ceviches, pastas, comida china, peruana, ecuatoriana, española… en todo lados nos podemos encontrar con ellos y siempre agradecemos comer y masticar estas “cucarachas del mar”.

“¡¿CUCARACHAS DEL MAR?!”.

Los camarones y las cucarachas son prácticamente lo mismo, solo que unos viven en la tierra y otros en el mar.

Ambos tienen una población masiva. Tal como las plagas de las cucarachas, los “carideos” tienen 240 especies viviendo en el Océano Pacífico.

Los camarones miden entre 2 y 35 centímetros, son cilíndricos y su cabeza esta separada del tórax, mientras las cucarachas tienen el cuerpo plano y con forma de óvalo, y su cabeza tienen forma de caparazón, midiendo aproximadamente 3,5 centímetros.

Pues, los camarones también tienen caparazón, y 10 patas. Se alimentan de algas, crustáceos pequeños, carroña, residuos de otros peces y animales muertos.

Básicamente, comen basura. ¡Igual que las cucarachas!

Si lo pensamos, son igual de asquerosos. De hecho, ambos cuentan con un exoesqueleto que si los comes, puedes contraer una enfermedad causada por los parásitos que se encuentran en ellos debido a su tipo de alimentación.

Si bien las pruebas son simples y no hay una directa relación de familiaridad entre camarones y cucarachas, cualquier cosa que coma basura merece algo de resquemor.