A pesar de todo, la amistad queda, por lo menos en Miguel Herrera. El técnico de Tijuana quiere dejar de lado el incidente que tuvo la noche del sábado con Ricardo La Volpe, entrenador de Chiapas, quien al final del juego –que terminó 2-1 a favor de los Xolos- le reclamó al “Piojo” que le haya estrechado la mano al inicio del cotejo, porque “yo no saludo por cábala” y porque le trae mala suerte, según dijo el argentino.
“Me quedo —dijo Herrera vía telefónica— con el técnico que me enseñó a hacer parados tácticos, que me enseñó cómo analizar a los rivales, cómo plantear los partidos, no con el que te dice que saludar o no saludar es buena o mala vibra, no entendí eso, pero... es su forma de pensar. Si él lo quiere así, no nos saludamos más y se acabó. Para mí, lo importante sería hablar de lo que pasa en la cancha”.
Aclara que él no comenzó el incidente, “pregúntale a La Volpe qué le pasó a él. Cuando gana, saluda, cuando no gana, no quiere… pues yo siempre voy a saludar, es mi amigo, pero si no quiere, pues no lo hago más”.
En los 90, La Volpe dirigió al “Piojo” en aquel Atlante que se coronó en la temporada 1992-93. “Los recuerdos quedan, no se quitan. Me extrañó [lo que sucedió], porque cuando me ha ganado, voy y siempre lo saludo, lo respeto y lo aprecio”.