México.
Un investigador de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) desarrolló una técnica para detectar a tiempo el cáncer de mama con el uso de una imagen de termografía, tecnología que registra de manera gráfica la temperatura del cuerpo.
En entrevista para la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el especialista Francisco Javier González Contreras explicó que este método tiene un nivel de efectividad superior a 90 por ciento.
“Los tumores cancerosos, específicamente el de cáncer de seno, tienen una generación de calor metabólica más alta porque las células se reproducen más rápido que en el tejido normal”, dijo el especialista.
“Esas variaciones de temperatura se pueden ver a través de la termografía infrarroja”, agregó.
Este método de exploración clínica, además de no ser invasivo, permite la detección de formaciones anormales menores a seis milímetros de diámetro y a una profundidad de dos centímetros en el seno.
“Si tomamos en cuenta que el principal método que se promociona es la autoexploración, una mujer no nota una ‘bolita’ hasta que mide más o menos un centímetro, y ya para cuando llega una persona con una formación de este tamaño, el tumor pudo haber estado creciendo de tres a cinco años”, subrayó el médico.
Considerado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) como un método de diagnóstico adjunto, el investigador dijo que se recomienda complementar esta técnica con el ultrasonido para obtener un diagnóstico más certero.
Lo anterior, dijo, porque esta técnica aún no está avalada para determinar la presencia de esta enfermedad.
El ganador del Premio Nacional de Investigación 2012 sostuvo que a pesar de que la termografía existe desde la década de los 80, es poco utilizada en la detección de cáncer.
“No obstante, el desarrollo tecnológico y los avances en las cámaras termográficas han resultado en mejores imágenes y, en consecuencia, en diagnósticos más acertados”, afirmó.
El académico describió que el método más utilizado para la detección de cáncer de mama es la mamografía, radiación que arroja una imagen anatómica del seno mediante la cual se pueden observar formaciones atípicas en el tejido.
“La mamografía es un estudio anatómico, mientras que la termografía infrarroja es un análisis funcional del seno. La unión de las partes anatómica y funcional es la que daría un mejor diagnóstico”, apuntó.
Por ello, la forma más efectiva para detectar la enfermedad en una etapa temprana es la suma de la termografía y el ultrasonido, aseguró el especialista.
Otra de las ventajas de la termografía clínica es que se puede utilizar en mujeres de cualquier edad, ya que al contrario de la técnica por mamografía, la interpretación de las imágenes no se dificulta por los senos densos, presentes en mujeres más jóvenes o bajo terapias hormonales.
Parte del proyecto en el que trabaja González Contreras consiste en llevar este método de detección de cáncer a comunidades donde no hay centros de salud para realizar un primer diagnóstico.
Además, buscan canalizar a las pacientes para estudios más profundos y así disminuir la tasa de mortalidad por esta enfermedad.