CIUDAD DE MÉXICO
El gobierno federal asignó en forma discrecional a los gobiernos estatales casi 300 mil millones de pesos extraordinarios durante los primeros cinco años del sexenio de Enrique Peña.
Tal discrecionalidad del Ejecutivo federal implica un riesgo de control político sobre las entidades federativas y debilita a la Cámara de Diputados en su facultad de aprobar cada año el Presupuesto de Egresos, alertó la organización México Evalúa.
Estudios de este organismo indican que en tres programas del Ramo 23, Provisiones Salariales y Económicas se concentró la asignación extraordinaria a las entidades, sin criterios para determinar montos, sin reglas de operación y sin control alguno por parte de la Cámara baja, pese a los montos multimillonarios asignados.
‘‘Por la forma en que se maneja el Ramo 23 podemos decir que no se trata de la caja chica, sino la caja grande del gobierno federal, con montos que son superiores a programas educativos o de salud’’, afirmó Mariana Campos, coordinadora del Programa de Presupuesto y Rendición de Cuentas de México Evalúa.
En 2013, al comenzar la gestión de Peña, Hacienda destinó 41 mil 668 millones de pesos a las entidades, por medio de la partida llamada Programas Regionales, que el año anterior había tenido una asignación de sólo 5 mil 537 millones de pesos.
Durante 2014 y 2015, las asignaciones millonarias a las entidades se asignaron mediante el programa Contingencias Económicas, por un monto de 131 mil 771 millones de pesos.
El programa de Contingencias Económicas es el antecesor del Fondo para el Fortalecimiento Financiero, el mismo del que el Gobierno de Chihuahua que encabeza Javier Corral reclamó 700 millones de pesos a la Secretaría de Hacienda para el ejercicio del 2017 y que aún no se le entrega.