Situaciones un poco raras sucedieron ayer durante el tercer asalto que sufre Banco Santander sucursal Morelos, ubicada en Tuxpan y bulevar Morelos de la colonia San Ricardo.
De acuerdo a las investigaciones que se practicaron dentro de la averiguación previa penal 611/2015, los asaltantes fueron dos, los cuales vestían pantalón de mezclilla y sudaderas oscuras.
Ambos empuñaban armas cortas (pistolas), con las que amagaron a los empleados. Esta vez no se metieron con los clientes. Se fueron directos a las tres cajas que estaban en operaciones, en donde obtuvieron entre 50 y 65 mil pesos en efectivo.
La estancia de los asaltantes, no duró más de dos minutos y para los empleados del banco, tardaron más que en otras ocasiones, que los atracos han sido en 90 segundos, de acuerdo con los videos grabados por las cámaras de seguridad.
Los investigadores buscaban huellas dactilares, pero no encontraron, pues los asaltantes cuando llegaron vieron las puertas abiertas de par en par y lo peor fue que las cámaras de seguridad no funcionaban en esos momentos.
Desde días antes, según dijeron empleados de la institución bancaria, estaban fallando y hasta el momento del asalto no las habían reparado. Al fiscal cuarto investigador, José Elías Sánchez Rodríguez le avisaron casi una hora después de que se había registrado el atraco, no obstante se apersonó con personal de la unidad regional de Servicios Periciales.
El representante social se entrevistó con René Pérez Casados, subdirector de la institución, quien le reveló que las cámaras de seguridad en esta ocasión estaban descompuestas. De tal suerte que esta vez se carece de imágenes de los delincuentes y los investigadores sólo trabajarán con la descripción que den los empleados.
Sólo que ambos asaltantes, llevaban el rostro descubierto hasta que entraron al banco, pues durante su estancia se cubrieron con los cuellos de las camisas. Vagamente se rumoró que los dos sujetos llegaron en un automóvil color verde, pero sin especificar ni marca, ni modelo, pero nadie pudo precisar el rumbo que tomaron al salir con el botín en su poder.