Las Vegas, EU
Julio César Chávez Jr llegó sonriente a la ceremonia de pesaje, sabía que el peso estaba superado y lo demostró al marcar 164 libras, media abajo del peso pactado, y se perfila como un serio problema para Saúl “Canelo” Álvarez, que pesó lo mismo.
Desde que se concretó la pelea surgieron dudas de que el Junior diera ese peso, algo que no había hecho en años debido a indisciplinas, pero de la mano del preparador físico Ángel “Memo” Heredia calló bocas y está preparado para la guerra.
Además, con ello el pugilista sinaloense evitó pagar una millonaria multa, pues por cada libra que se pasara debería pagar un millón de dólares. No hubo necesidad y se espera una gran pelea.
Más de siete mil espectadores acudieron a la Grand Arena del MGM para presenciar la ceremonia de pesaje, unos que llegaron ocho horas antes de que los pugilistas subieran al escenario y a la báscula. El ánimo nunca se apagó y vibraron con sus ídolos.
Cuando el Junior caminaba al escenario apareció en las pantallas y recibió abucheos que pronto se opacaron con gritos de apoyo. Con audífonos y playera negra hizo su arribo; Saúl apareció instantes después, con playera azul y cobijado por sus seguidores.
Las familias de ambos lucieron animadas, nunca dejaron de gritar y mucho menos cuando los boxeadores subieron a la báscula. Julio fue el primero, escuchó 164 y levantó los brazos en señal de triunfo, apretó los dientes y presumió su físico.
Julio César papá agitó el brazo una y otra vez para impulsar el apoyo a su vástago, pero los seguidores del tapatío buscaban la manera de callar a su contraparte, con poco éxito.
“Canelo”, como una estatua en la báscula por algunos segundos, también mostró su trabajado físico cuando escuchó el tonelaje que marcó, mientras la afición no dejaba de apoyarlos.
Luego estuvieron frente a frete, primero posaron para los fotógrafos y luego llegó el inevitable cara a cara, con miradas de odio, rencor o solo enemistad, para que Saúl rematara con dos golpes al aire y enloqueciera a la gente.
“Me siento muy bien, listo para la pelea de mañana. La clave es la preparación que hemos hecho, el apoyo de la gente y creo que vamos a ganar. Saludos a todos y viva México”, dijo Julio a una televisora al término del evento.
“Canelo” apareció instantes después ante los mismos micrófonos y el abucheo superó los aplausos. Se dijo contento porque la pelea está a unas horas, agradecido con el apoyo y “que la disfruten, es por ustedes, vamos a brindar una gran pelea y qué bueno que se preparó Julio”, concluyó.
Muchos aficionados con bandas rojas en la cabeza, tanto en apoyo para Julio como para Saúl, salieron satisfechos con lo visto y directo a las tiendas de souvenirs de la batalla, pues quieren llevarse un recuerdo de la guerra que se avecina.