SANTA MARÍA XADANI, Oaxaca
El Presidente Enrique Peña Nieto llamó a no señalar o criticar lo que falta en Oaxaca y Chiapas, entidades afectadas por el sismo de 8.2 grados registrado la semana pasada.
En su discurso, tras un recorrido en el Municipio oaxaqueño de Santa María Xadani, se refirió específicamente a los medios de comunicación, a quienes los conminó a que, más que ser críticos, se sumen a la solidaridad.
“Yo les quiero pedir, de forma respetuosa a los medios de comunicación, se incorporen a esta labor de solidaridad, de sembrar mayor solidaridad, mayor conciencia de los daños y las afectaciones que hay en estas dos entidades, y más que volvernos señaladores o críticos de lo que falta seamos todos parte de la solución”, dijo.
El Primer Mandatario aseguró que el Gobierno federal no se retirará de Oaxaca y Chiapas hasta que recobren la normalidad.
“Habitantes de este Municipio y de toda Oaxaca y de Chiapas, que han resultado con afectaciones consecuencias de este sismo: no están solos, estamos para acompañarles, para apoyarles, para ayudarles y asegurar que la vida regrese a la normalidad; no nos habremos de ir hasta que eso ocurra”, sostuvo en un encuentro con pobladores.
Después de caminar por más de una hora, consolando, escuchando las quejas de los vecinos, apurando la inscripción en el censo de viviendas afectadas, Peña Nieto habló a los pobladores en el centro del Municipio. (Reforma)
El Mandatario informó que en la zona hay dos comedores, que hoy atendieron a medio millar de personas, y que en Chiapas y Oaxaca funcionan 80 unidades médicas móviles.
Peña Nieto recorrió la zona acompañado por su esposa, Angélica Rivera, y una de sus hijas, el Gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, y los titulares de las secretarías federales de Hacienda, José Antonio Meade; de Salud, José Narro; de Comunicaciones, Gerardo Ruiz Esparza, y de la Sedatu, Rosario Robles.
Desde sus casas derribadas, amontonaderos de ladrillo, tabique y polvo, la población saludó al Presidente y le pidió ayuda para reconstruir sus viviendas, sus hornos donde cocinan totopos para vivir, para aliviarse de un hueso roto.
Además se quejaban de que el Alcalde sólo apoya a quienes votaron por él.
El Mandatario dio su discurso arriba de la cajuela de una camioneta y hasta ahí subió a una anciana zapoteca de 78 años, doña María Tin, triste por su casa destruida. Le dio el micrófono, y ella venció la pena para pedir ayuda para todos sus vecinos.
“Todos los pobres de Santa María Xadani fuimos afectados”, le dijo.
Y luego: “ojalá que cumpla, Presidente, y que no hable por hablar”, zanjó, según la versión de los pobladores que se rieron con ella por su atrevimiento.