Monterrey, NL
Un año después de la muerte de Juan Gabriel, el mariachi que por más de dos décadas lo acompañó en los escenarios todavía resiente su ausencia, y con ello, el trabajo, pues no le ha sido fácil seguir en el camino.
Mariachi Alma de Juárez es la agrupación que trabajó con Juanga y que mantiene vivo su legado a través de sus canciones.
“Ha sido difícil (el trabajo sin el cantautor), pero las canciones de él nos unen. (Casi) No tenemos trabajo, pero nos juntamos (los músicos), empezamos a repasar sus canciones, es como si rezaras. Rezas sus canciones”, comentó Guillermo Hernández Galicia, bautizado por “El Divo de Juárez” como Guillermo Hergal (por Hernández y Galicia).
Alma de Juárez está decidido, pese a los obstáculos, a mantenerse activo recordando en cada concierto a su ex jefe, quien en agosto cumplió el primer aniversario luctuoso.
“Queremos seguir solos, queremos caminar unos cuantos pasos solitos, (hacer música) es lo que nos gusta, no es lo mismo sin Juan Gabriel. Estamos siguiendo sus canciones, como decía él, ‘las canciones son las que mandan’”.
Con la muerte del artista, los mariachis también perdieron a un amigo.
“Yo estuve 24 años (trabajando con Juan Gabriel), hay compañeros que estuvieron 27, otros 18 y 19. Perdimos a un amigo, maestro, compañero de trabajo, porque subíamos al escenario juntos.
“Ha sido difícil después de haber trabajado tanto tiempo, pero para nosotros no se ha ido, vive en sus canciones y ahora vive en las voces de muchos artistas, de muchos mariachis y en la voz del Mariachi Alma de Juárez también”.
Todo este tiempo de convivencia los llevó a conocerlo muy bien; sabían que era un hombre impredecible.
“Eso era lo interesante de los shows, nunca eran iguales, se movía pa’ todos lados, cambiaba las letras, los tiempos, eso hacía que estuviéramos despiertos, que nos mantuviéramos alerta siempre. Era lo bonito del show, que nunca era igual”, agregó.
Tras su muerte, el nombre del Mariachi Alma de Juárez ha tomado relevancia por el hecho de haber sido su grupo de cabecera.
Lo que más recuerda Hergal de Juan Gabriel eran los consejos que les daba, además de que aprendió mucho de él.
“Sí era regañón y exigente, pero a la vez era muy buena persona. Como amigo era uno, era Alberto Aguilera, un hombre normal, que se reía, se enojaba cuando había motivo, pero en el escenario era Juan Gabriel, era otra persona”.