Una vez más, las intensas temperaturas que desplazaron a los fríos propios de la época invernal, llegaron para causar mortandad en el ganado vacuno al grado de que por lo menos mil animales fueron dados de baja, el 70 por ciento sucumbió y se quedó en las praderas y el resto alcanzó a llegar al rastro para su sacrificio.

“Este es el resultado de un invierno que de hecho se convirtió en verano por las condiciones climatológicas que están prevaleciendo aún y bueno la situación es bastante preocupante y más aún cuando vemos que no aterrizan recursos de la federación para apoyar una repoblación del hato reynosense”, informó Gildardo López Hinojosa, presidente de la Asociación Ganadera local.

Toros y vacas, sobre todo aquellos que ya tenían 14 años de vida activa, con problemas en su dentadura, resultaron más afectados por la situación que se presentó esta vez en los ranchos del municipio.

Otros animales que no fueron alimentados adecuadamente porque estaba sobrecargado tal o cual rancho así como aquellos que enflaquecieron porque estaban criando un becerro o una becerra, también pasaron a formar parte de las estadísticas de muerte, agregó el dirigente pecuario.

Para atender las necesidades del ganado, hubo quienes tuvieron que traer pacas de alimento de otros ranchos del norte del estado de Tamaulipas .

“La seca la veníamos arrastrando desde noviembre pasado, afortunadamente ya están llegando las lluvias pero destacó el hecho de que se tenga un control adecuado de los animales que deben atenderle y no tener de más porque luego vienen los problemas como los señalados”, recomendó López Hinojosa.