Todo Portugal tuvo su revancha, incluso el lesionado capitán Cristiano Ronaldo.
Un gol de Éder al 108’ permitió a los portugueses obtener el máximo logro de su historia, al ganar 1-0 a Francia en la Final de la Euro 2016, con el que silenciaron al Stade de France y a todo un país, como les pasó a ellos mismos en la edición de 2004, ante Grecia.
Y todo sin el alma del equipo, CR7. El delantero del Real Madrid tuvo que abandonar el partido al 25’ por una lesión en la rodilla izquierda, provocada por un golpe de Dimitri Payet al 8’. Ronaldo intentó volver, pero no pudo. Con el rostro cubierto, en camilla y acompañado por aplausos de todo el estadio, Cristiano se fue de la cancha.
Al 108’ Éder se escapó de Laurent Koscielny y disparó de larga distancia por abajo a primer poste para vencer a Hugo Lloris.
La euforia del festejo anticipaba el final. Las caras francesas y el silencio en el Stade de France emulaban un funeral. Doce minutos que se convirtieron en la agonía más grande para los galos. Hoy le toca festejar a Cristiano Ronaldo y a Portugal.