México, D.F.
La actriz mexicana, Salma Hayek, una de las más sobresalientes a nivel mundial, aseguró que no es lo mismo subir que evolucionar, lo que para ella es lo más importante, dijo que para conseguir el éxito profesional y personal nunca ha caído bajo.
En 2002 fue nominada como Mejor Actriz al premio Oscar por la película “Frida”, es una de las figuras más importantes en Hollywood, acreedora de varios premios y defensora de las causas sociales. Sin embargo, tampoco se considera un ejemplo a seguir.
“No me siento como una persona que tiene que ser ejemplo. Estoy muy interesada en seguir evolucionando. A veces, cuando evolucionas, tienes que caer muy bajo, pero yo no tengo la presión de caer bajo, y no evoluciono para los otros, lo hago para mí, aunque en conexión con los otros”, explicó.
ELIGE SER FELIZ
Admitió que en 49 años de vida le han sucedido cosas horribles y que nunca las ha contado porque no usa sus tragedias para atraer a alguien en el plano emocional.
“Sólo quiero ser un recordatorio de que conseguí mi felicidad porque fue la opción que tomé, lo mismo que el amor”.
Más que ejemplo, “deseo ser un testimonio de lo que sí se puede hacer y lo hago por mí, pues me quiero ir de este mundo sabiendo que hice todo lo posible para evolucionar espiritualmente e intelectualmente en mis relaciones con las demás personas, que hice una contribución al planeta”.
“Así me quiero ir y no es que venga a ser la salvación del mundo, significa evolucionar y todos podemos hacerlo mientras no pises con malicia a nadie más, porque subir no es evolucionar, esa es la diferencia”, aseveró.
REVOLUCIÓN INTERNA
Salma Hayek se encuentra en México como parte de la promoción de la película animada “El profeta”, inspirada en el libro del poeta libanés Kahlil Gibran, la cual se estrenará en México el 22 de enero próximo.
Hayek comentó que al decidir coproducir este filme con el estadunidense Roger Allers (El Rey León), sanó algo en ella misma, pues la trama le generó una gran revolución interna.
“(El profeta) Ha sido lo más difícil que he hecho en mi vida. No fue el éxito que yo hubiera querido, pues me hubiera gustado que más gente la viera, lo cual me causó muchos problemas; sin embargo, nunca me eché para atrás porque era parte de decir: creo en ella y es todo lo que me tiene que importar”.
Platicó que ella sabía cómo hacerla para ganar dinero y cómo realizarla para no ganarlo.
“Pero la hice para no ganar. Creo que en México le va a ir muy bien porque la gente es más espiritual que en Estados Unidos”, reflexionó Salma, quien para desayunar ayer en un restaurante de la capital mexicana, optó por huevos divorciados en salsa roja y agua.
LA MÚSICA
Subrayó que los temas musicales son bastante valiosos, porque aportan un mensaje fundamental para la niñez y no de susto o frustración, a diferencia de otros que son de dominio popular.
“Cuando tuve a mi hija me di cuenta que hay algunas canciones bastante malas, como aquella de ‘Duérmete niño, duérmete ya, que viene el coco y te comerá’. Una vez que las analicé todas, dije: ‘wow’.
“Cri-Cri tiene algunas buenas, pero otras son súper deprimentes, a mi hija le ponía todos los discos, pero con aquella de ‘La muñeca fea’ quieres llorar”.
“El profeta”, en su opinión, logra que los niños se identifiquen con el ritmo de la poesía y las imágenes, porque asocian los valores de la filosofía.
LIBERTAD DE PENSAMIENTO
La actriz y productora consideró que los niños no están acostumbrados a ver películas que les haga pensar y hacer uso de su imaginación porque todas se les presentan de una forma resuelta.
“Pero al mismo tiempo se les manipula para pensar de una manera específica y a sentir en momentos clave como: ‘aquí tienes que llorar y aquí debes sentir miedo’.
‘El profeta’ no está diseñada para eso, sólo te obliga a tener una relación personal con el momento, a estar presente y con ello, cada persona saca algo distinto”.
RECHAZA A ‘SELENA’
Hayek dijo que más de una vez la industria quiso obligarla a hacer un trabajo que ella no deseaba o con el que no se sentía cómoda.
La actriz apuntó que tuvo que rechazar proyecto. Uno de esos papeles fue el de Selena Quintanilla, quien fue asesinada en 1997 a manos de su representante Yolanda Saldívar.
“El productor, que es un cobarde, lo negó, pero lo cierto es que me lo ofreció antes de que empezaran a hacer toda la faramalla del casting, tenía como dos semanas de muerta (Selena) y yo dije, ‘esto es raro’. No me sabía bien ganarme un éxito a partir de la muerte de una persona”, explicó.
Tras la negativa hacia el productor, Salma recordó que fue el propio director de la cinta, Gregory Nava, quien regresó a insistirle en que fuera su protagonista. “Cuando me la volvieron a ofrecer dije ´¿no van a hacer un casting para que vengan todas las niñas?´. Me dijo que sí, pero al final seríamos yo o Jennifer López y dije que no”.
“No permitiría que ilusionaran a las niñas, le dije que eso era una crueldad, querían a alguien con nombre desde el principio e hicieron el casting por publicidad, les dije que no lo haría, hacer ese papel hubiese servido a mi carrera, pero no me importa”, añadió.