Jaime Arévalo es padre de familia de cinco hijos.
Al lado de su esposa habitan una casa de Infonavit por la cual le descuentan semanalmente 600 pesos, por lo que su sueldo neto, es de apenas 900 pesos.
Dejó de pagar el recibo de energía eléctrica pues aunque sólo cuenta con un televisor, un refrigerador y dos abanicos de pedestal, bimestralmente pagaba 600 pesos de energía eléctrica.
“Cuando los niños entraron a la escuela tuve que comprar uniformes, útiles, mochilas, zapatos y me quedé sin dinero, no tenía para pagar el recibo de la luza, es la verdad”.
Fue así como lleva ya casi un año, sin cumplir con el pago de este servicio.
“El primer bimestre pensé que me iban a cortar la luz pero no vinieron, y los siguientes tampoco, así que tengo casi el año que no pago y ellos no me la cortan”.
Sabe que está cometiendo un ilícito, pero prefiere esperar a que la Comisión Federal de Electricidad acuda a su domicilio a cortar el servicio y posteriormente, intentar saldar su deuda.
“Ahorita debo como 2 mil pesos y pues menos tengo para pagar, pero un amigo me dijo que puedo ir y hacer un acuerdo, pero mientras no me corten la luz, pues vamos a seguir así”.