El líder del grupo criminal Los Rojos, Santiago Mazari, pretendía reunir a Alcaldes morelenses para leerles la cartilla y subordinarlos a sus decisiones, según fuentes policiacas y Ediles del Estado.
Mazari, apodado “El Carrete”, es el jefe del grupo al que se atribuye la ejecución de la Alcaldesa de Temixco, la perredista Gisela Mota.
En la reunión, el capo exigiría a los Ediles que declararan su rechazo al Mando Único estatal a fin de imponer jefes municipales de su confianza y que le dieran el control de la obra pública para asignarla a empresas constructoras que él decidiera.
Además, demandaría recibir hasta 10 por ciento del presupuesto municipal como derecho de piso.
Para la realización del cónclave, de acuerdo con fuentes policiacas, “El Carrete” contaba con la ayuda de algunos Ediles recién elegidos y el propósito era obligarlos a facilitar la operación de su grupo criminal.
Entre los Presidentes Municipales indagados están el de Tlaquiltenango, Enrique Alonso, de filiación perredista, y el de Amacuzac, Jorge Miranda, primo de “El Carrete”.
De acuerdo con datos recabados con Alcaldes y autoridades estatales, el asesinato de Mota aceleraría la anuencia de los Alcaldes para participar en el cónclave y que aceptaran las condiciones del capo.
La reunión sería con los Ediles de la zona en la que tienen mayor presencia Los Rojos, que es el sur del Estado, limítrofe con Guerrero, y serviría para afianzar el control territorial y la complicidad con las autoridades locales.
Datos de inteligencia recabados por las autoridades estatales indican que, tras la oposición que algunos Alcaldes recién elegidos expresaron contra el Mando Único que viene operando desde hace más de año y medio, estaba la presión que tanto Mazari como su rival, el líder de Guerreros Unidos, Federico Figueroa, han ejercido.
Según un Edil que pidió omitir su nombre, el Alcalde de Mazatepec, Jorge Toledo, del Partido Humanista, fue amenazado directamente por Mazari, quien le exigió pagarle diezmo y cederle el control policiaco.
Otro Presidente Municipal fue advertido por enviados del crimen que debería cambiar a su Secretario de Seguridad por uno que le impusieran.
Las reuniones colectivas de Alcaldes con capos fueron comunes en Michoacán cuando Los Templarios dominaban el territorio, y uno de sus jefes, Nazario Moreno, “El Chayo”, citaba a los funcionarios en su rancho La Fortaleza de Anunnaki para exigir el control policiaco y el diezmo del erario.