Cuando hablamos de la serie mexicana “El Chavo del 8” nos referimos a la serie más popular de América Latina.
Su último capítulo fue emitido en 1992 y a 24 años de ello, todavía en algunos países latinos se lo sigue viendo con el mismo fervor de antaño, generando risas tanto entre niños como adultos por igual y esto se debía a la magia de su humor y al talento de sus actores, qué si bien el nombre de la serie menciona al “protagonista personal” en realidad no había un personaje más importante que otros ya que éstos se complementaban el uno al otro, como por ejemplo, las peleas interminables entre Doña Florinda y Don Ramón; las escapadas de éste de Don Barriga y sus cobros de la renta, o Quico, el Chavo y la Chilindrina haciendo de las suyas.
Pero a pesar de su encanto e inocencia, algunos aseguran que se esconde una realidad cargada de oscurantismo y mensajes subliminales que a continuación pasaremos a explicar esta posible teoría de la verdadera intención de la serie.
ROBERTO GOMEZ BOLAÑOS
Este actor, guionista y director mexicano conocido con el apodo de “Chespirito” o “ el pequeño Shakespeare” de México, fue el artífice principal de la serie mas exitosa de todos los tiempos en Latinoamérica y según algunas fuentes aprovechó este espacio para llenarlo de mensajes y señales que deben ser decodificadas para revelar su verdadero sentido de auto moralizar. La primera y más importante es el título.
En un principio, la serie se llamaba “El Chavo del 8”, nunca nadie supo el nombre real del personaje, ya que nunca se lo mencionó, solo se le conoce como “el Chavo”.
En España se le dice chavales a los niños y México la adoptó de ahí, pero el primer origen es “el del niño qué hace maldades”.
Por lo tanto partiendo desde ello, la serie ya estaría cargada con una intención maligna.
“EL CHAVO”
Es muy común preguntarle a la gente en donde vivía el Chavo, y que ellos respondan en un barril. En realidad él vivía en la casa número 8 (de hecho en un capítulo él lo dice). En un principio como bien se sabe, él es huérfano y sin hogar, fue acogido por una señora, misma que nunca salió en escena y que quizá nunca haya existido, siendo quizá la imaginación o mentira del personaje.
LA VECINDAD DEL CHAVO
El lugar principal en donde se desarrolla prácticamente toda la trama es un pedazo de infierno, con ello traducimos a que en este espacio de “cuatro paredes” mujeres y hombres se ven obligados a soportarse unos a otros por toda su existencia, en un sinfín de acusaciones y violencia.
EL CICLO REPETITIVO DE VIOLENCIA EN LA VECINDAD
Todo ello comienza con la Chilindrina y su audaz maldad con la que hostiga siempre a Quico.
Aquí empieza el problema, ya que éste la acusa con su madre (Doña Florinda) y ésta, ciega por la furia descarga con fuerza un gran golpe a Don Ramón, quien en su afán por descargarse, le da un coscorrón al Chavo (que hay que tener en cuenta que este es un niño, ¿se imaginan a alguien descargarse con un niño?, en la realidad iría preso de inmediato), y que como si fuera poco, luego el Chavo va y se desquita con el Señor Barriga.
EL ENIGMÁTICO DON RAMÓN
Uno que comete un grave pecado capital es Don Ramón, que se esfuerza en no hacer nada o escaparle al trabajo; un claro ejemplo de “Pereza”, y su clara conducta indebida con respecto a no pagar la renta.
Nunca nos olvidaremos en el capítulo que la Chilindrina lo despierta y él le responde: “Con qué motivo me despiertas a las 11 de la madrugada”.
QUICO, EL EGOÍSTA Y ENVIDIOSO
Otro emblemático personaje con un gran peso en la serie es Quico, característico por ser el niño más bien acomodado con sus innumerables juguetes.
Pero hay otra cosa que lo marca como personaje y es su sentimiento constante de envidia de nuevo otro pecado capital se hace presente, y su siempre ambición de ser mejor que los demás sin importar el precio. Uno de los rasgos es ver cómo sufren los demás, un claro ejemplo es comer deliciosos manjares delante del Chavo, que sabe que está muerto de hambre y disfrutar ver cómo se relame y sufre por no comerlo.
LA CHILINDRINA
Este personaje está marcado por la maldad, la intolerancia y la astucia para armar situaciones problemáticas en los demás.
Más de uno alguna vez ha sentido desprecio por una niña tan caprichosa y malvada, un claro ejemplo de que lo único que tenía siempre en mente era conseguir sus beneficios sin importar quien o como.
DOÑA FLORINDA, EL PROFESOR JIRAFALES Y EL ADULTERIO
Estos personajes no tienen reparo en mostrar lo libertino de su relación. Maestros en el arte de la lujuria, y finalmente condenados por la eternidad a la abstinencia sexual. Frígida e impotente, que lo anhela con la mente, pero no con el cuerpo. Consumen interminables tazas de café que con propiedades estimulantes alimentan el fuego que no pueden consumar.
El profesor Jirafales fuma en el aula, no porque “El Chavo del Ocho” fuera grabado antes de la plaga de lo políticamente correcto, sino debido a la rara tradición postcoital de encender un cigarrillo, hacer un anillo de humo en el aire y preguntar “¿Te gustó?”. El sentido de libertinaje en estos dos personajes a veces raya la locura.
DOÑA CLEOTILDE Y SU VANIDAD
De nuevo un pecado capital se hace presente en este personaje: la vanidad y ésta lo sufría en demasía. En ella en particular es en donde recibimos una de las señales más fuertes y explícitas, ya que Doña Cleotilde tenía un perro de nombre “Satanás”. Este a veces se presenta como varios demonios vagando por la vecindad. Se trata de un demonio polimorfo.
ESTO SE TRADUCE A QUE ALGUNAS VECES SATANÁS ES UN GATO OTROS UN PERRO.
Como para hacer un paréntesis en esto, hay que aclarar que Lucifer, también llamado Satanás, genera vanidad, Asmodeo la lujuria, Belcebú la gula, la avaricia Mamón, la pereza Belphegor, Azazel la ira y la envidia Leviatán, está de más decir que todos estos pecados estan claramente y de forma constante promoviendo el desorden, el dolor y tentación entre los personajes de la exitosa serie.