Ciudad de México
No cabe duda que Verónica Castro está contenta con la serie La Casa de Las Flores, aunque sufrió un poco al trabajar con Manolo Caro. ¿La razón? Una escena de cama en la que tuvo que perder la pena.
“Lo hablé mucho con él y le dije ‘oye, Manolo, si no las hacía de joven, ahorita no, no puedo’.
“Él supo cómo me convenció y me metió a la cama, muy inteligentemente”, confesó la actriz en la alfombra roja del Premio Iberoamericano de Cine Fénix.
Verónica conoce desde hace tiempo al director gracias a la amistad que éste sostiene con su hijo Michel. Fue él quien la animó a trabajar con el realizador de cintas como La Vida Inmoral de la Pareja Ideal.
La experiencia le ha permitido conocer y comparar cómo se hace una serie ahora y hace unos años.
“(Antes) eran personajes muy dulces, muy apegados a la fantasía de lo que podía ser una quinceañera en esa época. Esto está mucho más apegado a la realidad. Te avientan la realidad en la cara”, dijo.
Castro y Caro participaron ayer en la ceremonia para presentar el premio Fénix en la categoría Ensamble Actoral en Serie, que ganó la segunda temporada de Narcos.