Pese a que fue acusado por Felipe Baloy en mayo de 2010 de proferirle insultos racistas, Darío Verón no recibió ningún castigo, debido a que ni el árbitro del partido Pumas-Santos del Bicentenario 2010, José Alfredo Peñaloza, ni el comisario del encuentro, reportaron el suceso, razón que llevó a la Comisión Disciplinaria a descartar proceder alguno contra el capitán de Pumas.
“Les contestamos en términos de nuestro reglamento y estatuto. Y lo que marca nuestro reglamento es que la Comisión Disciplinaria es la responsable de darle el seguimiento (al tema) con base en el reporte del comisario y del árbitro”, dijo entonces Enrique Bonilla, entonces director general de la FMF y hoy presidente de la Liga MX, que el lunes abrió el caso contra Verón por los posibles insultos contra el americanista Darwin Quintero, y el cual tiene las mismas características del suceso de 2010 pues no fue reportado por ninguna de las autoridades del encuentro entre felinos y Águilas del domingo en Ciudad Universitaria.
Todo parece indicar que Verón saldrá limpio nuevamente.