Con una fuerte y sonora bofetada, Raúl agradeció a su tío el hecho de haberlo auxiliado en su traslado de Monterrey a ésta ciudad, luego que sus familiares en la sultana del norte, lo obligaron a viajar a la frontera, porqué allá no lo soportaban.
Los familiares de Raúl, decidieron pagar el boleto del pasaje para que éste se reuniera con los miembros de la familia que radican en Reynosa y lo enviaron para acá.
Un tío de Raúl fue por él a la central y lo llevó a casa de su progenitora donde se supone que encontraría los medios para controlar su conducta.
Pero recién llegó al domicilio y afloró su carácter impulsivo al grado tal que repartió bofetadas y una de ellas, tal vez la más fuerte, fue por el tío que lo llevó a casa.
Amenazaba con seguir repartiendo golpes, por lo que los testigos solicitaron la intervención de la Policía Estatal, cuyos elementos llegaron y sin problema pudieron controlarlo para llevarlo ante la presencia del juez calificador, quien le impuso un arresto de 36 horas, puesto que la multa difícilmente la pagarían sus familiares agredidos.