Un estilista fue asesinado a golpes en el interior de su peluquería ubicada en la avenida López Mateos de la colonia del mismo nombre, contiguo a las instalaciones de la CFE.
El cuerpo se encontraba tirado en el suelo en el área que utilizaba para trabajar.
Lo hallaron dos clientes que iban, precisamente, a que les cortara el pelo. Ellos le tocaron la puerta y le hablaron por su nombre, pero al no encontrar respuesta decidieron jalarla y pensaron en entrar y se encontraron con la desagradable sorpresa, entonces optaron por echar marcha atrás e ir a avisar a las autoridades.
Los investigadores acudieron acompañados de peritos de la PGJE y no entraron hasta en tanto peritos llevaran a cabo una inspección ocular en busca de evidencias.
Se pensó en un principio que era muerte natural a causa de un infarto, pero un perito médico determinó que la muerte había sido violenta, por golpes.
El escenario del crimen fue revisado minuciosamente, se recogieron envases de refresco que se analizarían en busca de huellas dactilares, manchas hemáticas, pisadas o cualquier otro elemento que cobrara valor dentro de la carpeta de investigación.
La fiscalía al tener conocimiento de los hechos puso a trabajar a la totalidad de peritos de la Procuraduría, cuya misión era la de tratar de encontrar la huella que delatara a el o los posibles homicidas.
Edgar Hugo Guzmán, de entre 50 y 55 años para cuando descubrieron su cuerpo tendría más de 24 horas muerto. Un vecino dijo que el domingo fue el último día que lo vieron frente a su negocio.