Al verse en medio de una persecución por la carretera Ribereña, el conductor de un automóvil Ford Fusion no pudo evitar que una rauda camioneta lo impactara y lo sacara de la carretera, proyectándolo contra el grueso tronco de un árbol.
Afortunadamente el chofer de la unidad pudo resultar ileso, pese a que el impacto contra el árbol fue exactamente al lado del chofer.
Peritos viales acudieron al lugar de los hechos y tras analizar los golpes que presentaba el automóvil quedaron convencidos de que la versión del chofer estaba apegada a la realidad que fue corroborada con testigos que se encontraban a orilla de la carretera esperando el transporte público.
Por cuestiones de seguridad el chofer del vehículo pidió quedar en el anonimato y como fue él único que resultó afectado en sus propiedades, los peritos no quisieron perjudicarlo aun más y se limitaron solo a recabar la información necesaria para elaborar un informe y justificar su presencia en el lugar de los hechos.
El único dañado fue el chofer y propietario del Fusion, además de que no se habían registrado lesionados, por lo que accedieron y permitieron que el auto fuera reclamado por la grúa a donde sería reparado por cuenta del mismo propietario.