Elementos de la Policía Federal del área de Gendarmería, son señalados por una persona de haberlo herido a balazos dentro de su casa a donde irrumpieron violentamente la tarde de ayer.
Serían alrededor de las 17 o 18:00 horas cuando se pidió el auxilio de las autoridades estatales, para auxiliar a una persona que presentaba heridas de bala en su humanidad.
Estiven González de 18 años, estaba en su casa junto con una persona identificada como Bryan de 20 años, cuando vieron que dos patrullas de la Policía Federal división Gendarmería arribaron a una tienda de abarrotes cercana a su casa.
Tras de ingresar y hacer unas preguntas se dirigieron a su casa a donde entraron violentamente haciendo disparos hacía las personas que estaban en el interior.
Ahí fue herido Estiven en la espalda a la altura de la columna vertebral y en el glúteo izquierdo, mientras que su compañero aparentemente ileso lograba cruzar la barda para huir corriendo de ese ataque.
Los agentes buscaban una casa de seguridad en donde se supone que había personas ilegales, según sus cuestionamientos.
Al comprobar que se habían equivocado de domicilio, los agentes optaron por irse dejando olvidada a la persona que había resultado herida, por lo que llamaron a las agentes de la Policía Estatal.
Estos por su parte al tomar conocimiento del caso procedieron al trasladado del herido a un nosocomio local, además de llevar al herido ante un Agente General de Investigación, para que tomara cartas en el asunto e iniciara la carpeta de Investigación.
Cabe hacer mención que vecinos del lugar vieron las patrullas circulando por la carretera señalando que una de ellas portaba el número económico 18693, citando que iban como huyendo de la ciudad de Díaz Ordaz con rumbo a Reynosa, eso a la hora en que sucedieron los hechos.
Del amigo del herido llamado Bryan se desconocía su paradero hasta el cierre de esta edición, pero se esperaba que apareciera para ser llevado a la UGI que tomó conocimiento de los hechos para que declare en torno a los hechos.
Se hizo mención que es la segunda ocasión en que elementos de alguna corporación irrumpen en domicilios particulares, para hacer operativos que resultan verdaderamente mal al ser heridas las personas residentes en los sitios irrumpidos.