La Procuraduría General de Justicia inició ayer una investigación en torno a la irregular entrega del cuerpo de una persona que murió en la clínica 270 cuando estaba siendo atendida de heridas que sufriera en un accidente.
Policías Investigadores se constituyeron en las capillas de velación de la agencia funeraria Gayosso cuando ya estaban a punto de velar el cuerpo de una persona, víctima de un accidente.
Inexplicablemente, en la clínica 270 les habían entregado el cuerpo al personal de Gayosso, quienes lo trasladaron a las capillas ubicadas en boulevard Hidalgo para instalarlo para su velación.
Pero afloró que la funeraria había pasado por alto los protocolos establecidos que involucran a las autoridades ministeriales, es decir no dieron aviso al Ministerio Público, hasta ese momento no se había practicado la necropsia de ley, así como tampoco los investigadores habían realizado las entrevistas necesarias para la apertura de la carpeta por homicidio.
Trascendió que la persona fallecida, había resultado herida en un accidente automovilístico y cuando entró como lesionado a la clínica 270, se inició una carpeta por lesiones en otra Unidad General de Investigación, pero como murió a consecuencia de las lesiones, estando de turno otra UGI, necesariamente debieron haberle dado aviso.
Por esa situación la UGI-2 inició investigación para conocer los motivos por los cuales no se les dio aviso.
El cuerpo se extrajo de la funeraria y lo llevaron al SEMEFO, para la práctica de las pruebas periciales correspondientes.