Los dos sicarios muertos, uno abatido y el otro ahogado en su intento por escapar, ayer fueron reclamados, uno por su esposa y el otro por su progenitora.
Los familiares de Luis Javier y Héctor, acudieron para justificar el parentesco directo y solicitaron la entrega de sus cuerpos para darles cristiana sepultura.
Ambos viajaban a bordo de un automóvil gris, por las calles de la colonia Cumbres, cuando fueron detectados por policías estatales.
Trataron de escapar, pero los seguían de cerca razón por la cual enfilaron por el lateral del canal Rodhe, donde a uno lo acribillaron a tiros al repeler la agresión los Estatales, mientras que el otro se arrojó al agua, en un intento por ponerse fuera del alcance de los policías.
Los hechos se registraron el pasado lunes por la mañana y por espacio de casi 24 horas, los cuerpos permanecieron como N.N. en los servicios médico-forenses, hasta ayer que sus familiares acudieron por ellos.