Una obrera embarazada que viajaba en un taxi que chocó el pasado sábado por la mañana se querelló formalmente contra quien resulte responsable del accidente en el que se vio involucrada.
Graciela Osorio Cervantes, de 40 años se dirigía a su trabajo el pasado sábado cuando el taxi en el que viajaba chocó contra una camioneta que se le atravesó frente a una maquiladora en el parque industrial del Norte.
A ella la auxiliaron paramédicos de la Cruz Roja quienes la trasladaron a una institución médica.
Para cuando peritos de Tránsito arribaron al lugar solo se encontraban los choferes de las unidades, quienes dolosamente en sus versiones sobre el accidente omitieron la existencia de la mujer herida.
Por tal motivo los peritos les permitieron que entre ellos se llegara a un arreglo reparatorio y de esa manera consiguieron que el caso no se turnara a las Unidades de Investigación.
Sin embargo, ayer el esposo de Graciela, Juan Carlos Hernández Blanco, fue a reclamar la reparación del daño físico que sufrió su esposa.
Ella se encuentra embarazada y sufrió lesiones en vertebras cervicales, así como golpes en diferentes partes del cuerpo.
En peritajes le recomendaron que presentara la querella en la UGI-4, a donde acudió acompañada de su esposo, quien no entendía la actitud inhumana que adoptaron los protagonistas del choque, al dejar virtualmente abandonada a su suerte a su cónyuge lesionada.
Pidió a la fiscalía que procediera a la investigación y resolviera conforme a derecho, privilegiando la reparación del daño que se le ocasionó a su esposa, quien pese a las lesiones que presenta, lo acompañó al Centro Integral de Justicia para reclamar el pago de curaciones.