Ciudad de México
Su corazón dejó de palpitar y el mundo entero se paralizó.
Carrie Fisher, la actriz que dio vida a la inolvidable princesa Leia en la saga fílmica de Star Wars, falleció ayer los 60 años en Los Ángeles, tras haber sufrido un ataque al corazón el pasado viernes.
“Con muy profunda tristeza Billie Lourd (su hija) confirma que su querida madre Carrie Fisher murió a las 8:55 horas de esta mañana.
“Era amada por el mundo y será extrañada profundamente. Agradecemos sus mensajes y oraciones”, anunció su la familia a través de un comunicado.
Fisher se encontraba hospitalizada desde el viernes tras padecer un infarto, cuando el avión en el que viajaba de Londres a Los Ángeles estaba aterrizando en el aeropuerto de la ciudad californiana. En el vuelo, la actriz recibió reanimación cardiopulmonar antes de ser trasladada de urgencia al hospital.
Acompañada por su familia, entre ellos su madre, la actriz Debbie Reynolds, Fisher pasó Navidad en el Centro Médico de la Universidad de California, en el área de cuidados intensivos, según información de Los Angeles Times.
Al darse a conocer la noticia de su muerte, Fisher se convirtió en trending topic en redes sociales, a nivel mundial, a través de mensajes de apoyo a su familia de miles de seguidores que expresaban su dolor y admiración entre ellos sus mismos compañeros y amigos.
Carrie Fisher, hija de la actriz Debbie Reynolds y el cantante Eddie Fisher, debutó en Broadway acompañada por su madre en “Irene”, y después hizo su primera aparición en cine en Shampoo (1975) antes de ingresar al London’s Central School of Speech and Drama y posteriormente al St. Lawrence College, que abandonó a los 19 años.
En 1977, se convirtió en la Princesa Leia, en la saga de George Lucas, que le dio fama mundial. En entrevista con la revista Rolling Stone, Fisher confesó que su vida y la de Leia tenían muchas semejanzas, por ser una familia diferente.
En diciembre de 2017 aparecerá en el Episodio VIII de Star Wars, que ya estaba filmada.
“No, tengo miedo a morir”, expresó Carrie Fisher a la revista Rolling Stone, en noviembre, “cualquier cosa relacionada con el dolor, no me gusta. Lo pasé con personas que estaban muriendo y no parecía divertido, pero si llegara ese momento me gustaría con alguien como yo a mi lado”.