Está comprobado que los canales, drenes y hasta el río Bravo son los lugares predilectos por personas irresponsables para la tira de basura de todo tipo y los deshechos sólidos que se encuentran frecuentemente en el Guillermo Rhode, así lo confirma.

El llamado a establecer una cultura de limpieza en los afluentes que ocasionalmente hacen autoridades de Ecología Municipal o de la Comisión Nacional del Agua parecen no tener eco entre la población que continúa tirando todo tipo de desperdicios en ellos, sin pensar en los daños colaterales que acciones como esa traen para distintos sectores de la Ciudad.

Ayer en un recorrido realizado por LA TARDE, en algunos tramos del canal Guillermo Rhode se observó un variado tipo de basura, desde palos y hasta recipientes plásticos, neumáticos viejos así como otras cosas inservibles más que de alguna manera contribuyen a contaminar las aguas y a obstruir la circulación de las mismas, generando con ello tapones en la medida que crece el volumen de basura generando los consecuentes desbordes como ya ocurrió en semanas anteriores provocando a su vez inundaciones en algunas colonias de Reynosa.

Ni las advertencias de multas a quienes utilicen como basurero los afluentes, parece frenar el problema.

SON UNOS DESTROYER

Contaminan las aguas.

Obstruyen la circulación de las mismas.

Generan “tapones” en la medida que crece el volumen de basura.

Y luego vienen los desbordes e inundaciones de colonias.