Las corrientes que trae consigo el ciclo de riegos en la III Unidad del Distrito 026, han evidenciado una contaminación que sobrepasa la de años pasados, en donde los usuarios y los módulos, son quienes tienen que destinar recursos extra para dragar y limpiar todo tipo de cacharros y objetos.
Fue el gerente del Módulo III-3, Ezequiel Alanís Salazar, quien indicó que esta situación también representa una amenaza a las personas que se adentran a las aguas de canales como el Rodhe, que es el cual abastece a la unidad en mención.
Sobre todo en compuertas, y alcantarillas, se hace evidente esta polución que no sólo consistente en las tradicionales descargas sanitarias o de químicos, sino en objetos voluminosos.
Cosas como ramas, botellas de plástico, colchones, llantas, incluso enseres domésticos de mayor tamaño, se han encontrado y representan una labor adicional para el personal operativo de los módulos.
Esta contaminación se genera a partir del punto ubicado en la zona urbana de Reynosa, conocido como la “Quinta Blayser” y la consecuencias se sienten a partir de ejido el porvenir, hasta El Tapón, pues la falta de cultura cívica de ciudadanos que contaminan y delitos ecológicos de quienes vierten descargas no autorizadas el canal, han llevado a ese estado al afluente.
EVIDENCIA
Sobre todo en compuertas, y alcantarillas, se hace evidente esta polución que no sólo consistente en las tradicionales descargas sanitarias o de químicos, sino en objetos voluminosos.