El pollo asado, rostizado o a la brasa, es un plato genérico elaborado con un pollo expuesto directamente al calor de la parrilla, que puede provenir de un asador casero, hasta el asador profesional.
Consejos para cocinar un pollo asado
El pollo asado es un plato muy rico e ideal para toda ocasión. Es muy sencillo de preparar y lograremos una carne jugosa y una piel crujiente si tenemos en cuenta algunos sencillos consejos al momento de cocinar.
Cómo elegir el pollo para asar
El pollo que vamos a asar hay que elegirlo mas bien graso, y todo lo contrario si lo fuéramos a usar para guisar.
Es mejor adquirir pollo fresco y no congelado.
Cómo preparar el pollo antes de cocinar
Cuando cocinemos el pollo asado, la carne debe encontrarse a temperatura ambiente, de esta manera lograremos una cocción más pareja y más corta.
Antes de colocarlo sobre la parrilla o al horno, hay que untarlo con manteca o aceite para mantener la humedad de la carne hasta que la cocción termine.
A diferencia de otras carnes, el pollo se debe salar antes de cocinar.
Si se cocina al horno, hay que colocarlo sobre una bandeja con rejilla.
Si deseamos, podemos adobar con diferentes especias. Resultará en una carne mucho más sabrosa.
Cómo cocinar el pollo asado
Primero, debe cocinarse con la piel hacia arriba, y cuando la carne ya esté casi lista, dar vuelta para dorar la piel.
El fuego debe ser medio, para que se cocine hasta el uso sin resecar la carne externa.
Para saber si la carne del pollo está cocinada, debemos picar un cuchillo con punta hasta el hueso; si el jugo que sale tiene rastros de sangre, aún le falta cocción. Por el contrario, si el jugo que sale es transparente, la carne ya está lista. Si al pincharlas no sale jugo, es porque la hemos cocinado de más y está seca.
Tiempo de cocción del pollo
Pollo pequeño (1,000 a 1,500 gramos): 60 minutos aproximadamente.
Pollo mediano (1,500 a 2,000 gramos): 90 minutos aproximadamente.
Pollo grande (2,000 a 2,500 gramos): 120 minutos aproximadamente.
Nota. Una manera sencilla de realzar el sabor del pollo, es colocar entre la piel y la carne algunos dientes de ajo sin pelar.