Apenas son las seis de la mañana y quienes venden este rico platillo ya están con las pilas puestas para servir a quien guste un delicioso menudo, que por lo regular son quienes andan “amanecidos” o “crudos”. También es clásico para almorzar un domingo cualquiera. Entre tantos antojitos que se venden en nuestra ciudad, se puede disfrutar de un rico menudo, también denominado “pancita”, que no es otra cosa que estómagos de res cocidos con un delicioso chile rojo, y que entre más bravo mejor, según el gusto de cada quien, pero el que esté “bravo” le da cierto toque adicional de sabrosura, y exquisitez al paladar.
Este delicioso platillo suele acompañarse con una cerveza bien fría (para los crudos), o bien, con un refresco del sabor que prefiera cada quien, además a este rico platillo se le puede agregar, limón, cebolla cruda, cilantro y orégano, en fin, además de unas tortillas calientitas y que mejor si son de masa hechas a mano, sin duda este platillo se convierte en un deleite para quien lo prueba.
LO QUE LLEVA
El menudo se cocina acá en el norte y, con el debido respeto, nada que ver con la pancita que se acostumbra en el centro del país. Es un tanto más espeso, ideal para curártela.
Bueno pues, al grano, sencillo, sin tanta ciencia:
Ingredientes:
- 125 grs. de chile guajillo seco
- 1 1/2 kilos de menudo de res precocido
- 1/2 Pata de res
* Se oye loco pero fíjense que no tenga mucho pelo, es desagradable cuando se come, 1/2 pata es un poco más de 1/2 kilo y es solo para los que comen huesitos y les gusta chuparse los dedulces
- 100 grs. de epazote fresco (o unos 10 ó 15 grs. de epazote seco)
- 1 Cebolla mediana tirándole a grande… unos 200 grs.
- 5 dientes de ajo grandes
- Hierbas de olor (dos o tres hojitas)
- Sal al gusto
* Para servir:
- Orégano seco, cebolla picada, limón, sal y de preferencia salsita de habanero
ALTAMENTE RECOMENDADA POR LOS EXPERTOS
La pancita de res, el chile rojo, el maíz pozolero, la cebollita, el orégano y un poco de limón, juntos hacen la receta perfecta para contrarrestar los efectos de la resaca o cruda, de una noche de fiesta o simplemente para “matar” el antojo de un menudo dominguero acompañado por un pan francés recién hecho.