Paciente, incansable y curiosa es como se define Anne Hathaway en su faceta de mamá, el papel que considera más imperfecto, pero satisfactorio de su vida.

“Me veo todos los días y creo que nunca dejo de aprender, no se trata de desvelarme o de cambiar pañales, sino de pensar en el futuro que quiero para mi hijo, para mi familia, para mi hogar.

“Quiero ser la mamá perfecta, y al final, como todo, soy muy imperfecta. Pero eso me hace esforzarme en el día a día y querer aprender a educar, a consentir, a reprender. Pienso en esto (de ser mamá) a futuro y creo que a veces voy muy de prisa”, expresó la ganadora del Óscar en la categoría de Actriz de Reparto por Los Miserables.

A cinco meses de ser madre de Jonathan, el primogénito que procreó con el empresario y actor Adam Shulman, los integrantes de su familia tienen a la actriz vuelta loca y fuera de cualquier zona de confort que se hubiera imaginado.

“Nunca el día igual y espero que la rutina nunca, nunca sea eso. No dejo de pensar en lo saludable que es estar alerta, fresca, para darle a mi hijo lo mejor de mí y mis mejores momentos”, expresó.

La neoyorquina de 33 años acudió este fin de semana a Toronto para presentar en el Festival Internacional de Cine de Toronto Colossal, del español Nacho Vigalondo.